Conference Paper

Progreso, problemas y el futuro del mejoramiento de frijoles mesoamericanos y la mejora genética integrada

El frijol (Phaseolus vulgaris L.) cultivado de origen Mesoamericano tiene tres razas: Du rango, Jalisco y Mesoamérica, cada uno con sus distintas características, zonas de adaptación y problemas de producción. Los cultivares de semilla mediana (Flor de Mayo, Garbancillo Zarco) de raza Jalisco tienen la menor superficie (<500,000 ha) sembrada, zona restringida de adaptación (altiplano húmedo mexicano) y menos logros por mejoramiento genético (resistencia al virus de mosaico común y roya). Por el contrario, los cultivares de semilla pequeña de la raza Mesoamérica (negros, rojos, carioca, blancos, mulatinho) ocupan una mayor superficie (>6 millones de ha), tienen un rango más amplio de adaptación (desde 38"S a 53°N latitud y hasta 2,000 m sobre el nivel del mar) y una larga historia de mejoramiento genético. Los cultivares con resistencia al virus de mosaic común y mosaico dorado, bacteriosis común, antracnosis, mancha angular, roya, bruchidos, Empoasca, picudo, estrés hídrico y/o baja fertilidad de suelo están disponibles para los agricultores. Los cultivares de semilla mediana (pinto, Great Northern, rojo, rosado, bayo, Ojo de Cabra) de raza Durango se cultivan en el continente americano en el altiplano semiárido mexicano (>1 millón de ha), Canadá, Chile y E.E.E.U. La resistencia al virus del mosaico común, roya y bacteriosis común, insensibilidad a fotoperíodo, precocidad y/o cambio de hábito de crecimiento de tipo III a I y II, entre otros, son los principales logros del mejoramiento genético. Existe una Buena habilidad combinatoria general para rendimiento entre las tres razas, también existen algunas incompatibilidades. El alto costo de producción, bajo rendimiento, el riesgo de perder el cultivo frecuentemente, el continuo deterioro del apoyo económico a programas de investigación, investigación en isolamiento y la falta de programas serios de mejoramiento a largo plazo entre otros son los principales problemas actuales. Además, otros limitantes incluyen el cambio frecuente en la política gubernamental con respecto al cultivo, la falta de incentivos y falta de un precio de garantía para los productores. Bajar el riesgo de perder el cultivo a través del desarrollo de cultivares (de buena semilla comercial) precoces y bajar el costo de producción desarrollando cultivares altamente rendidores y aptos para mecanización y cosecha directa, con resistencia múltiple a los principales factores bióticos y abióticos, harían los cultivares de frijol de origen Mesoamericano más atractivos y competitivos en relación a otros cultivos, asegurando así la modernización del cultivo de frijol en el continente Americano. Cuando existe una relación estrecha entre los productores de frijol, los que comercian con el producto e investigadores, el sistema se auto-financia por lo menos parcialmente, esto sucede en Canadá y E.E.U.U., pero en América Latina esto es inaudito. Para América Latina es un verdadero reto crear y adopter un sistema similar pues sin él la investigación agrícola en general y el mejoramiento de frijol en particular en la región es muy incierto y oscuro. Además, seguir trabajando e investigando aisladamente es ineficiente, inútil y un suicidio profesional a largo plazo. Para llevar adelante un programa de investigación (mejoramiento) eficiente y exitoso a largo plazo es necesario la estrecha y genuina colaboración de diferentes profesionales entre y dentro de las instituciones, y entre y dentro de los países, basada en el respeto mutuo, igualdad, honestidad, complementaridad, ventajas comparativas e intereses genuinos.